Como ya ocurrió en la pasada edición de la Supercopa de Europa, el Sevilla perdió en la prórroga, con un gol del rival, el Real Madrid, en los últimos minutos de partido. Primero Ramos y luego Carvajal remontaron un partido que parecía que se decantaba para los de Sampaoli.
No pudo ser. El Sevilla FC sumó su tercera derrota consecutiva en las finales de Supercopa de Europa, tras perder con el Real Madrid CF en un partido muy intenso, que acabó decidiéndose por goles en los instantes finales del tiempo reglamentario y de la prórroga.
La mano de Sampaoli ya se nota
El Sevilla no pudo ganar, pero estuvo muy cerca. El conjunto dirigido por el argentino Jorge Sampaoli llegó al minuto 90 de partido por delante en el marcador, gracias a un gran juego, sobre todo durante la segunda mitad, con el que logró remontar el 1-0 inicial de los blancos.
Un gran disparo lejano de Marco Asensio abrió la lata aprovechando que Sergio Rico se encontraba algo adelantado. El Madrid se puso en la primera mitad por delante, pero se confió demasiado pronto. El conjunto de Zidane se relajó y acabó encajando el gol del empate antes del descanso.
Franco Vázquez se sacó un buen disparo desde la frontal para poner el 1-1 antes del descanso, y ya en la segunda, el Sevilla anotó el 1-2. Con un juego muy superior, que prácticamente ahogó al conjunto madridista durante los segundos 45 minutos, el Sevilla se adelantó de penalti.
Konoplyanka hizo justicia adelantando a un superior Sevilla tras un penalti tan claro como estúpido de Sergio Ramos, poniendo un 1-2 en el marcador que estuvo a punto de convertirse en el resultado final.
Pero la máquina aún no está lista
Aunque ya se nota el trabajo del nuevo míster, en el primer partido oficial de la temporada se pudo ver que el Sevilla aún tiene que trabajar, porque debido a las numerosas e importantes bajas, sigue siendo un equipo en construcción.
Las carencias se notaron sobre todo en defensa, hubo fallos de concentración en momentos clave y hubo ocasiones en las que el Real Madrid generó más peligro de lo debido, sin ni siquiera generar un gran juego.
En el tiempo añadido, cuando ya parecía que el Sevilla sería por segunda vez supercampeón, el Real Madrid anotó el gol del empate que forzó la prórroga. Sergio Ramos anotó de cabeza una jugada desafortunada del Sevilla en defensa, que además, debió ser invalidada por un fuera de juego que los árbitros de la UEFA no vieron.
En la prórroga se impuso el físico
Nada más comenzar el alargue, el Sevilla se quedó con un hombre menos por la expulsión por doble amarilla de Kolodziejczak. El conjunto hispalense, después de tener el título casi en sus manos, iba quedándose cada vez con menos opciones de levantarlo.
Las opciones del Sevilla FC en el partido estaban comenzando a pasar todas por la tanda de penaltis, pero de nuevo, volvió a quedarse a las puertas. Después de aguantar a la perfección casi los 30 minutos de la prórroga, un gran gol de Carvajal, que sacó un físico espectacular y aprovechó el bajón de los jugadores sevillistas, acabó decidiendo el título.
A casa con la cabeza alta
El conjunto del Pizjuán volvió a quedarse cerca, acarició el título, pero de nuevo no pudo ser. El equipo cayó derrotado por tercer año consecutivo en la final de la Supercopa de Europa. Sin embargo, se puede aún considerar como un triunfo el hecho de haberlas podido jugar, y haber ganado las tres copas de Europa League consecutivas.
A pesar de la derrota, el equipo dio una imagen magnífica y fue superior a todo un Real Madrid, y demostró que a pesar de las bajas sufridas, sigue siendo un equipo totalmente competitivo. Ahora, los de Sampaoli ponen la mente en la otra Supercopa, la de España, en la que se enfrentarán al campeón de Liga y Copa, el FC Barcelona.
Carlos Barba. @CarlosBarba22
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